Genealogía de las Familias Díaz y Pérez



Apellido Pérez, historia y heráldica
Pérez es un apellido patronímico, derivado del nombre Pero o Petrus, extendidísimo por toda España. Este apellido tiene tantas ramas que, por lo general, no tienen la más mínima relación entre sí.  El apellido Pérez ya existía en la Edad Media.
Que el nombre Pero abundaba en la Edad Media es harto conocido.

Origen del apellido Pérez, origen mitológico
Lo que ya no es tanto es de donde viene, cual es su origen. La primera mención que se encuentra de Pero se basa nada menos que en la Mitología y es nombre de mujer, al tratarse de la hija de Meleo y Cloris. Fue muy famosa por su gran belleza.
Realizo su matrimonio Bianco para lo que este tuvo que aportar como dote los inmensos rebaños de Filaco que consiguió gracias a los conocimientos médicos de su hermano Melampo, que puso como precio de sus servicios citados rebaños. Pero con toda su belleza, parece ser que llego a cansar al marido y este la abandono en su pretensión de casarse con una hija de Preto.

Origen del apellido Pérez, más real
Quizás exista un antecedente entre el nombre de Pretus, y su derivación en Pere o más tarde, Pérez. Se trata de Petrus de Compostela, un clérigo documentado en Santiago de Compostela a mediados del siglo XII, al que se cita también como Petrus Alvitez, Petris Hica, autor de varios himnos litúrgicos que se conservan en el Escorial. ¿Pudo llamarse, en realidad, Pere y al ignorar su apellido se le añadió el  nombre del lugar de su nacimiento? ¿Fue este uno de los Pere que degeneró en Pérez?
Lo cierto es que este apellido, Pérez, se extendió rápidamente por toda la Península, teniendo sus mayores asentamientos en Asturias, Castilla y Andalucía, estableciéndose también en el continente americano donde se le encuentra desde los tiempos de su descubrimiento y conquista.
El apellido Pérez se encuentra entra las huestes de Hernán Cortés, como Pedro de Valdivia con Hernando de Soto, con Francisco Pizarro, etc. Lo que ocurre es que debido a la abundancia de este apellido Pérez, se generalizo la costumbre de añadirle el lugar de nacimiento, o la plaza conquistada y así tenemos, entre otros los del apellido Pérez de Tuleda, los Pérez de villamayor, Pérez de Ariza. Pérez de la Calzada, Pérez de Zamora y otros muchos que harían muy extensa la lista.
Se trata de un linaje que probó repetidas  veces la limpieza de su sangre ante las Ordenes Militares Españolas en las que sus miembros deseaban ingresar. Durante siglos, los apellidos Pérez estuvieron presentes en todas las instituciones nobiliarias españolas, unas veces en solicitud de probanza de su limpieza de sangre y otras litigando diversas familias del apellido en defensa cada una de aquellos que entendían sus derechos sobre la otra y así las Reales Cancillerías de Valladalid y granada, sobre todo, se encuentran llenar de pleitos en los que interviene el apellido Pérez.
Pero no se vaya a creer por lo común, que el apellido Pérez resulta carente de hidalguía, porque ocurre precisamente todo lo contrario. Si se repasan los archivos de cientos de Municipios españoles se encontrarían empadronados en ellos a docenas de Pérez con demostración absoluta y sin lugar a dudas de su derecho a ser considerados miembros de familias hidalgas por los cuatro costados. Basta una costa lista de títulos para justificar lo que decimos: En el año 1.689, don Luis Pérez de Valenzuela fue creado Marqués de Campo real. En 1.720, don Antonio Pérez se Saavedra, Conde la Jarosa. En 1.733, don Antonio Pérez de Sarrió, Marqués de Peñacerrada. La lista sería muy prolija.
La abundancia de la heráldica del apellido Pérez da una idea de su nobleza. Variaciones en la heráldica de sus diferentes escudos.
En lo que respecta a la difusión del apellido Pérez en América, uno de los países donde más puede encontrársele es México: los primeros del apellido Pérez llegaron con Hernán Cortés y sus descendientes al establecerse en aquel país, fueron creando diversas familias, a las que pertenecieron militares, clérigos, tesoreros reales, y familiares de la Santa Inquisición. Antes hemos citado a varios de los títulos correspondientes a este apellido Pérez. Ciertamente, la lista es larga, pero no deseamos dejar sin citar a el Conde del Valle (Don Manuel Pérez Sedante), al Conde de Gomar (Don Manuel Pérez Sebano y Marin) a la duquesa de Denia (Doña Ángela Pérez de Guzmán) al Marqués de Jerez de los Caballeros (Don Manuel Pérez de Guzmán) y al Marqués de Bolaños (Don Luis Pérez de Guzmán). En lo que se refiere al apellido Pérez en Nueva España, citaremos los siguientes personajes: En el año 1.920, aparece don Alonso Pérez de Trigueros, natural de Huelva. En 1.519, don Alonso Pérez de Zamora nacido en Zamora. En 1.539, don Andrés Pérez de Sevilla. En 1.526, don Antón Pérez, de Móstoles (Madrid). En 1,535, don Antón Pérez nacido en Conil (Cádiz). En 1.527, don Bartolomé Pérez, de Alange. En 1524, don Morán Pérez de Córdoba. En fin, su tuviéramos que consignar la larga relación de cuantos de este linaje participaron en el descubrimiento y posterior colonización del Nuevo Mundo, la lista sería casi interminable.
Personajes famosos de este apellido fueron Antonio Pérez, el que fuera secretario del rey Felipe II. Existen muy encontradas opiniones sobre este hombre. Su azarosa vida al mezclarse en la alta política, sobre todo en el nebuloso asusto del asesinato de Escobeda, justificando el mismo por razones de Estado, le hicieron perder la confianza de Felipe II que lo hizo detener, aunque consiguió huir, refugiándose en Aragón desde donde pasó a Francia dedicando el resto de su vida a escribir sus memorias.
Es imposible asimismo dejar de citar a Fray Juan Pérez, el religioso confesor de la reina Isabel la Católica que se hallaba retirado en el Monasterio de la Rábida cuando conoció a Cristóbal Colón y tanto influyó para que los proyectos del navegante genovés fueran aceptados por la corona española.
¿Y cómo sería posible pasar por alto a aquél a quien se pone siempre como ejemplo de hidalguía y patriotismo, es decir, a don Alfonso Pérez del Guzmán apodado “El bueno”?. Que era noble, no cabe la menor duda, pero lo que fue, y esto en la historia se cita pocas veces, un hijo bastardo de don Pedro Núñez de Guzmán, adelantado mayor de castilla. Que no se tratara de un hijo legítimo no impidió que participara en la conquista de Tarifa y que el rey Sancho IV le otorgara la defensa y gobernación de aquella plaza. Ante la invasión árabe se negó a rendir la fortaleza a cambio de la vida de su propio hijo que estaba en poder de los atacantes. Fue por este gesto por lo que se conoció como “el Bueno”. Fue uno de los encarnizados defensores de Andalucía frente a los musulmanes y acabó sus días tal y como había vivido, con las armas en la mano, en un combate en la Serranía de Ronda.
Relacionar a cuantos llevaron el apellido Pérez que han tenido algo que ver con la historia, la ciencia, las bellas artes o la literatura en España, nos llevaría a ocupar un espacio del que no disponemos. Pero, para terminar, no es posible dejar en el anonimato a uno del más gran novelista de las letras españolas. Nos referimos a don Benito Pérez Galdós. Dejando aparte sus ideas políticas aspecto este que para nada interesa al tema que tratamos, no existe la menor duda de que fue uno de los más grandes literarios hispanos.
A través de sus episodios nacionales quiso retrata toda una época crucial en la historia de España. Y en lo que se refiere a sus novelas es cierto que la tesis del liberalismo aparece una y otra vez reflejada en sus páginas. Pero esto da igual: “Fortunata y Jacinta” a quien la crítica en general considera la mejor de sus obras, basta para acreditar la maestría de un escritor:
A continuación, la heráldica del apellido Pérez:


ARMAS
Los Pérez de Asturias y Galicia traen: Escudo partido, 1°; de plata, un peral de sinople frutado de oro;  y 2°; de oro, un león rampante de púrpura coronado de lo mismo.
Los Pérez de Vizcaya y los de las montañas de Burgos traen: De oro, un árbol de sinople y dos lobos de sable linguados de gules, atravesados al pie del tronco.
Los Pérez de Toledo y Extremadura traen: En campo de sinople, una torre de plata sobre unas peñas al natural y, saliendo de su homenaje, un brazo armado con un hacha encendida en la mano. Bordura de plata con cuatro jaqueles de sable, cargado cada uno con una estrella de oro y cuatro fajas de azur alternado.
Los Pérez de Huesca traen: Escudo partido, 1°; de oro, cuatro palos de gules: 2°; de plata, un peral de sinople con dos peras de gules colgando.
Otros Pérez de Aragón traen: de plata, un peral de sinople con dos peras de gules colgando.
Otros Pérez de Aragón traen: de plata, tres peras de púrpura bien ordenadas.
Los Pérez de Navarra traen: Cuartelado, 1°; y 4°; de oro, un puente de piedra mazonado de sable; y 2°; y 3°; de plata, una caldera de sable.
Los Pérez de Pamplona traen: Escudo jaquelado de oro y gules, en abismo, la esmeralda de Navarra.
Otros Pérez traen: De plata, una banda de sinople engolada de dragantes de lo mismo, acompañada en lo alto de un peral con tres peras de oro, y en lo bajo de un león rampante de gules.
El Emperador Carlos I concedió por privilegio otorgado en Sevilla el 24 de Noviembre de 1.541 a D. Francisco Pérez, regidor de Cuzco estas armas: De gules, un tigre rampante de oro. Bordura de azur con siete rosas de oro.




Apellido Díaz, historia y heráldica
Es un apellido patronímico, procedente del nombre propio Diego, derivado del griego didachos, “instruido”. Diego, a la vez la abreviación de Santiago, como Diago. Esta ultima forma, a través de la práctica notarial, fue influida por el griego Didakós, “instruido”.

LINAJE e Historia
Es necesario incluir el apellido en el gran grupo de los llamados “patronímicos”, es decir, aquellos que derivan del nombre propio de la persona que en un momento histórico determinado adoptan el nombre como apellido. Así, uno de los hechos que caracterizan a los apellidos patronímicos es la diversidad de linajes que existen y, en consecuencia, la abundancia de personad que en la actualidad se llaman así, sobrepasando, muchas veces, el ámbito de una lengua o cultura. Sin embargo, podemos afirmar que, sin duda, el tronco principal de este linaje proviene de León. Hay una rama de este linaje, la del señorío de Molina, que parte de don Alfonso Díaz, uno de los trescientos caballeros cristianos que conquistaron la plaza de Baeza, en unión de los condes de Lara. Precisamente el conde Lara quien concede a don Alfonzo Díaz honores y privilegios. Son muy numerosas las ramas del apellido Díaz que probaron su nobleza para poder ingresar en las órdenes militares en las reales cancillerías de Valladolid y Granada, así como la Real Audiencia de Ovideo. Este linaje cuenta con el Marquesado de Castro Janillos (1797), de Dilar (1886), de Fontanar (1732) y de Villarvel Viestre (1768). El cronista Bernal Díaz del Castillo procedía del linaje de los Díaz asentados en Valladolid, Murcia y Salamanca y en el 1514 se embarcó para América.
Estando primeramente en Cuba con su pariente Diego Velázquez, participo en la primera expedición a México con Francisco Hernández de Córdoba; en la segunda con Juan de Grijalva y en la tercera, que fue la definitiva, con Hernán Cortes. Tomo parte con este en casi todas las empresas de la conquista y en muchas de las expediciones posteriores destinadas a someter a los pueblos del interior. Regreso a España para participar en la junta de Valladolid, para regresar de nuevo a América fijando su residencia en Guatemala. Los Díaz de Extremadura cuentan con más de un militar de familia. Otro navegante y descubridor español, fue Díaz de Solís. Viajo con Vicente Yáñez Pizon al Golfo de Honduras, mas tarde, paso al servicio de Portugal y casi en seguida tomo al de España. Hizo un nuevo viaje con Pinzón a Puerto Rico. Realizo una expedición a las costas del Brasil y cuando murió Américo Vespucio, ocupo el cargo de Piloto mayor. Llevo a cabo numerosas expediciones por mar, y fue quien, en realidad, descubrió la desembocadura del Rio de la Plata.
Armas los de Santander, Salamanca, Extremadura, Murcia, Lorca y Vélez-Rubio traen: En campo de oro, un águila de sable; bordura de plata, con ocho flores de lis de azur.
Otros tienen: De plata, un león rampante de gules, llevando en su mano izquierda un bastón de oro, perfilado de sable. Bordura de gules, con cinco flores de lis de oro.


PERSONAJES DIAZ DESTACADOS EN LA HISTORIA
Rodrigo Díaz de Vivar. Nacido en Vivar, era hijo de Diego Lainez, infanzón de Vivar. Se educo junto al infante Sancho de Castilla, quien le dio el cargo de alférez de la milicia real al ser nombrado rey bajo el titulo de Sancho II, y a las órdenes del cual se enfrento a Sancho IV de Navarra.
Ginés Díaz: Pintor valenciano del siglo XVII. Era fraile de la cartuja de Portacoell. En la sala capitular de este monasterio pinto algunas composiciones sobre la vida de San Bruno.
Francisco Díaz-Santos Bullón:(Guardo.Palencia 1687-Burgos 1767). Obispo de Barcelona Gobernador del  Consejo. Vicario General de los Reales Ejércitos. Obispo y Señor de Siguenza. Arzobispo de Burgos.
 Hemenegildos Díaz de Cevllos: General carlista español. Combatió al lado de Zumalacarregui en el año 1833 y, mas tarde, en el 1839, fue uno de los generales de Cabrera. En la III Guerra Carlista, ejerció los cargos de jefe del estado mayor (1872) y comandante general de Aragón (1873) y Guispúzcoa (1874)



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